Aunque se nota que se ha invertido dinero en este montaje y aunque técnica y visualmente es impresionante, a mí no me gustó. Me dejó muy frío.
Lo que en Londres me pareció divertido, aquí me pareció aburrido. El mayor problema que veo es la exageración de algunas cosas que en Londres son más sutiles y la ausencia de otras que sí están en el montaje de Londres y aportan mucho a la historia.
Algunos ejemplos:
- Los ridículos trajes durante el momento de claqué en "Turn It Off".
- Esas cosas - ¿bidones? - que cuelgan del techo y que simulan la luz del sol y las estrellas no aportan nada. Si no recuerdo mal, en Londres, el número musical de Nabulungi era mágico debido a las estrellas que se iluminaban. Afortunadamente, Aisha Fay es maravillosa y crea la magia con su interpretación.
- La ausencia de Elder McKinley durante "Spooky Mormon Hell Dream". Sí, aparece como Hitler, pero se supone que ese es Hitler y no Elder McKinley. Así que, cuando, después del número, pregunta a Elder Price si aparecía en la pesadilla, se pierde la gracia. De hecho, la gracia se pierde no sólo por este detalle, sino también porque aquí Elder Price no muestra absolutamente ningún interés por Elder McKinley.
Por cierto, con todo lo que han invertido en la escenografía, me pareció muy extraño que no mostrasen nada de la magia de "Orlando" con la que sueña Elder Price. No sé si será porque no consiguieron los permisos, pero el momento en el que Jan Buxaderas se pasea por el pasillo del patio de butacas y habla con el público y el director de la orquesta me pareció todo menos divertido y gracioso.
- La escena de "Baptize Me" creo que pierde su doble sentido con la ausencia del juego de sombras detrás de la sábana que está en el montaje de Londres.
- Uno de los momentos que más me gustó de "I Am Africa" y que creo que muestra muy bien la forma de pensar del "hombre blanco" fue cuando los mormones empujan fuera del foco a los africanos. Aquí, ese efecto se pierde, ya que los mormones y africanos bailan juntos.
En cuanto a los actores, mi aplauso es para Jan Buxaderas y la ovación de pie para los actorazos que interpretan a los personajes africanos. Si merece la pena ver este montaje, es por ellos.
El resto, ni fu ni fa. Alejandro Mesa no me gustó nada, pero no por él, sino porque su Elder Cunningham no es nada especial. No destaca de los otros "Elderes". Por cierto, ¡qué mal suena ese "Elderes"! El chico que interpretaba este personaje en Londres (y Josh Gad, que fue el primero en interpretar el personaje) no era como los otros. Y eso hacía que realmente fuese más entrañable y que el público empatizase con él. Dejo el video oficial de su "Baptize Me":
https://youtu.be/Y2Xq6yi5eag?feature=shared
De hecho, los otros mormones de la compañía me parecieron muchísimo más entrañables que Alejandro Mesa. Sobre todo, el mormón dormilón y otro que tiene entradas.
Nil Carbonell no puede ser más exagerado como Elder McKinley.
De hecho, una de las razones por las que el montaje me dejó muy frío es que se ve el esfuerzo. Uno de los aspectos mágicos de la actuación y las artes escénicas es que todo parezca natural, que no se vea el gran y difícil trabajo que hay detrás. Aquí en todo momento ves a David Serrano (que, por cierto, estaba entre el público) y al resto del equipo creativo diciéndote: "Mira esto. ¿A que es espectacular? ¿A que estás impresionado? ¡Miralo, miralo, miralo! ¡Pero ríete, hombre/mujer, ríete, que el pobre chaval ha estado ensayando durante semanas ese gesto, esa mueca!
En fin, fui con muchas ilusiones a ver el montaje, pero salí muy decepcionado del teatro.
No obstante, he de decir que la gente se reía y ovacionó a los actores de pie al final de la función. Y hay que agradecer a SOM Produce que se haya arriesgado a traer este musical a España.
También, hubo personas que se fueron ofendidas antes del final; sobre todo, durante la escena de "Joseph Smith American Moses".