Pude asistir hace muy poco a ver Tina. Tenía ganas y grandes expectativas de la producción, uno de los hot tickets de esta temporada en Broadway.
Kery Sankoh como Tina estuvo impecable. Su voz, interpretación y presencia fue lo mejor de la noche; y merece la pena ir solo por verla a ella (y seguro que su Standby Astrid Jones será igual de buena, o mejor). Aisha Fay como Alline es el otro gran descubrimiento de este musical. Espero que ambas tengan un gran futuro en los escenarios. El resto de la producción me decepcionó. Salvo los paneles que cambian las alturas del escenario, el resto de elementos de decorado estaban muy mal utilizados. De qué sirve tener una pantalla 4K si las proyecciones son imágenes estáticas y borrosas. Los elementos físicos de la escenografía son pocos, y dejan la escena bastante vacía (excepto en momentos muy puntuales). No me gustó demasiado el libreto, que se detenía demasiado en momentos de poca relevancia y pasaba por alto detalles importantes de la vida de Tina. La banda tiene únicamente un músico menos que la producción de Broadway. Una reducción de músicos mucho menos dramática que lo habitual.
Sin embargo, el mayor problema que creo que tiene la producción es la falta de autenticidad en el elenco. Gran parte del elenco "afroamericano" son actores latinos de piel oscura. Sin duda, tienen mucho talento; pero sus interpretaciones se ve forzadas y poco naturales. Lo noté especialmente en la abuela de Tina, y en Ike. Parecía que solamente recitaban un guion siguiendo unas pautas y una coreografía. Temo (ojalá no sea así que esto mismo suceda cuando Luna Manzanares se estrene como alternante del personaje de Tina.
Después de haberlo visto, comprendo por qué es un musical con éxito en Londres o Broadway. La falta de autenticidad en parte del elenco, unida a la muy pobre dirección actoral (cuesta creer que la directora original fuera Phyllida Lloyd); hacen que un musical basado en una historia real, cuyos aspectos técnicos no son su punto fuerte; se convierta en una representación medida al milímetro, sin casi espontaneidad ni verdad en la historia.
A mí en general Tina, me ha gustado. Tengo claro que los musicales jukebox nunca van a estar entre mis preferidos, pero en este caso agradezco que el tono y los temas que toca el libreto sean mucho menos ligeros que lo habitual. Además, se nota que hay un trabajo detrás para que las canciones engarcen bien en la historia y en ningún momento tuve la sensación de que estaban ahí metidas con calzador, algo por desgracia bastante frecuente en este tipo de productos.
Sin duda la elección de Kery Sankoh como protagonista ha sido un acierto. No debe haber sido nada fácil encontrar una intérprete con un perfil tan concreto capaz de defender unas canciones tan difíciles y que además exigen ciertas dotes de imitación. Y Kery lo logra con creces. Mucho se ha hablado del espectacular concierto que tiene lugar al final de la obra, pero otras escenas como la de la grabación de "River Deep – Mountain High" con Phil Spector tampoco se quedan atrás. Lo que hace Kery con la voz es alucinante. Por sacarle un pero, quizá actoralmente su Tina es demasiado dulce en comparación con otras. Reconozco que no he visto más producciones de este musical, pero por ejemplo en el cast recording a Adrienne Warren se la percibe mucho más áspera. El resto del reparto yo lo vi correcto, y si tengo que destacar a algunos nombres serían los de Juno Kotto King (Zelma), Aisha Fay (Alline) y Pedro Martell (Roger).
Lo que sí que me dejó un poco frío fue el diseño de producción. Para ser una réplica de lo que ahora mismo se está viendo en Broadway y en el West End me espera algo más. Hay partes como el mencionado concierto del final que visualmente son muy atractivas, pero en general el uso de las pantallas aporta más bien poco y las proyecciones no son muy allá. Hay otros títulos, sin ir más lejos Anastasia, que también se apoyan mucho en este recurso escénico pero al contrario que aquí sí saben sacarle partido y crear efectos muy chulos.
En cualquier caso y a pesar de los aspectos negativos que he señalado, Tina es un espectáculo muy disfrutable y que sin duda está muy por encima de la media del subgénero jukebox. La potente (y necesaria) historia que cuenta, el talentoso reparto y el subidón final son motivos más que suficientes para ir a verlo. Yo no me lo perdería.
Por si alguien no lo vio en su día, pongo aquí el vídeo de la espectacular actuación de Kery Sankoh junto a la niña Laura Centella interpretando "Proud Mary" en el especial de Año Nuevo de RTVE:
Al igual que en su día se hizo con El guardaespaldas, a partir de mañana todos los miércoles habrá Lottery Tickets para Tina. El sorteo tendrá lugar en las puertas del Teatro Coliseum dos horas antes de que empiece la función: